sábado, 22 de enero de 2011

el poder de las manos


Manos de seda con los remedios de la abuela


Las manos de una mujer no mienten, hablan de su edad, su oficio y el cuidado que tiene consigo misma. Cuidarlas y mantenerlas suaves no es caro ni toma mucho tiempo, sólo hay que hacerse de una pequeña rutina y aprovechar algunos ingredientes que ya tenemos en casa. Aquí hay algunas recetas de la abuela para conseguir un par de manos hermosas sin quebrarse la cabeza ni vaciar el monedero.

Limón y azúcar morena
Ha sido un exfoliante clásico, sencillo y efectivo durante cientos de años debido a las propiedades del limón, que suaviza, desinfecta y blanquea naturalmente las manos, ayudando a eliminar manchas de tinta, comida, cigarrillo y grasa mecánica. El azúcar, por su parte, elimina las escamas de la piel reseca, reafirma y purifica.

Avena
Después de cocinar o trabajar en jardinería, en los poros de la piel se adhieren sustancias que provocan malos olores o irritación. En estos casos se utiliza avena, ya que regula el pH de la piel, absorbe y desprende sustancias adheridas a los poros y forma una capa protectora hidratante. La receta: mezcla una cucharada de avena y media taza de leche, úsalo como exfoliante. Después enjuaga las manos y quita la humedad frotando avena seca sobre la piel. Por último, mezcla media cucharada de miel, una de aceite de almendras (oliva o palta), una cucharada de avena y media taza de agua tibia. Unta la pasta como cataplasma sobre las manos, déjala actuar quince minutos. Antes de enjuagar, dale a tus manos un ligero masaje. No olvides aplicar una crema humectante al final.

Papa
Esta receta es ideal para aliviar manos hinchadas y resecas, pues la papa tiene propiedades desinflamatorias y cicatrizantes. Toma una papa, pélala y tritúrala hasta que quede como puré. Añade dos cucharadas de leche fría y dos de aceite de oliva. Unta una capa ligera de esta pasta sobre tus manos, déjala actuar quince minutos y enjuaga. Guarda el resto de la mezcla en el refrigerador y repite la operación dos o tres veces por semana.

Evita los químicos
Las manchas en el dorso de la mano aparecen con la edad y el maltrato, pero pueden desaparecer si se realiza constantemente una exfoliación y si, por otra parte, se evita que las manos tengan contacto con el cloro u otras sustancias presentes en los limpiadores. Hay que utilizar guantes para lavar los trastes y hacer los quehaceres de la casa; si ya se tienen manchas, es mejor lavar las manos con agua hervida o del filtro y jabón de glicerina o de almendras.

Nácar
Toma el caparazón de los ostiones, lávalo y vierte en su interior unas gotas de jugo de limón. Deja reposar un buen rato hasta que el ácido del limón desprenda
el nácar; se convertirá en una sustancia cremosa que debes aplicar directamente sobre las manchas del dorso de la mano.

Té para manos sudorosas
Pon a hervir dos bolsitas de té negro, luego toma los saquitos, ponlos en la palma de la mano y exprímelos muy despacio. Las propiedades astringentes del ácido tánico que contiene el té tienen un efecto antitranspirante.

Masaje nocturno
Antes de dormir, lava tus manos con agua tibia y un jabón suave. Sécalas con cuidado y dales un masaje con la siguiente mezcla: media cucharada de aceite (puede ser de oliva, coco, almendras, palta/aguacate o ajonjolí) y algunas gotas de agua de rosas. Frota tus manos con movimientos circulares de la muñeca hacia la punta de los dedos, este movimiento favorecerá la circulación.

Y tú, ¿qué otros remedios conoces para embellecer tus manos?

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